La IA podría sufrir enshitificación por presión económica
Las empresas de IA podrían degradar sus servicios para obtener beneficios. La teoría de la «enshitificación» de Cory Doctorow explica cómo las plataformas tecnológicas se deterioran tras dominar el mercado. Esta dinámica amenaza ahora al sector de la inteligencia artificial debido a sus elevadas inversiones.
El riesgo de la degradación en IA
La teoría de la enshitificación describe cómo plataformas como Google o Facebook empiezan siendo útiles para los usuarios pero luego priorican el beneficio propio. Doctorow acuñó este término en 2022 y fue elegida Palabra del Año 2023 por la American Dialect Society. La IA sigue una trayectoria similar según el autor.
Presión económica sobre las empresas
Las compañías de IA han realizado inversiones de cientos de miles de millones y enfrentan presión para recuperar ese capital. Actualmente se encuentran en la fase de «ser buenas con los usuarios», pero Doctorow advierte que la tentación de degradar los servicios existirá cuando dominen el mercado.
Formas de degradación en IA
La inclusión de publicidad en los resultados es una posibilidad, donde las recomendaciones prioricen patrocinadores. OpenAI ya explora modelos publicitarios y ha firmado un acuerdo con Walmart. Otras formas incluirían aumentar las tarifas de suscripción o reducir la calidad del servicio en planes básicos.
Advertencia desde dentro
El propio GPT-5 reconoce que el marco de enshitificación se aplica «perturbadoramente bien» a los sistemas de IA. El modelo identificó métodos mediante los cuales las empresas podrían degradar sus productos para obtener beneficio y poder.
Perspectiva pesimista sobre el futuro
Cory Doctorow argumenta que la IA ni siquiera ha alcanzado la fase de ser útil pero que igualmente sufrirá enshitificación. Señala que los modelos de lenguaje son «cajas negras» que pueden disfrazar la degradación y que las pésimas economías del sector forzarán cambios.
Consecuencias para los usuarios
Si la IA se degrada, los usuarios perderán confianza en las recomendaciones y el valor de estos sistemas disminuirá. La tecnología, que aspira a ser un compañero constante para decisiones cotidianas, vería comprometida su utilidad básica si priorica intereses comerciales sobre las necesidades reales.