
Elon Musk y el Control Dentro del Gobierno de EE.UU.
Elon Musk, junto con su equipo, ha estado tomando un papel activo dentro de diversas agencias del gobierno de los Estados Unidos. Reportes recientes indican que personas asociadas con Musk están involucrándose en operaciones internas de varias agencias gubernamentales importantes, como la Oficina de Administración de Personal, el Departamento del Tesoro y la Administración de Servicios Generales.
Departamento de Eficiencia Gubernamental
El llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Musk ha sido fuente de tensión en el Departamento del Tesoro. El Washington Post informó sobre la salida del funcionario de carrera de mayor rango del Tesoro después de enfrentarse a personas de DOGE. Este departamento, en teoría externo al gobierno, busca controlar sistemas delicados que gestionan seis billones de dólares anualmente para programas federales como el Seguro Social.
Desafíos Constitucionales y Bloqueos Tecnológicos
Durante la administración de Trump, se señalaron intentos de frenar el flujo de fondos federales, lo cual generó preocupaciones legales. Adicionalmente, hay reportes de que personal de Musk ha dejado fuera del sistema a funcionarios de carrera, impidiendo el acceso a información personal de millones de empleados federales.
Reestructuración en el Gobierno
Varios documentos indican que el staff de Musk ha asumido control sobre la Administración de Servicios Generales. Esta agencia es crucial para la gestión de oficinas y tecnología federal. Además, empleados gubernamentales han recibido correos ofreciendo la opción de renunciar en medio de estas reformas.
Impacto Similar a la Adquisición de Twitter
La intervención de Musk en el gobierno ha tenido un impacto caótico, similar a lo sucedido tras su adquisición de Twitter. La creación de DOGE pretendía inicialmente ser un ente independiente que recomendaría cortes de gastos, pero ha acabado integrándose dentro del gobierno. Musk incluso se ha establecido en oficinas del Ala Oeste de la Casa Blanca.
El movimiento representa una concentración de poder sin precedentes en el gobierno estadounidense, suscitando inquietudes sobre los límites de esta intervención dentro de la administración pública.