Hu Anyan relata la precariedad laboral en el sector logístico chino
Los repartidores en China trabajan en condiciones extremas, con jornadas que superan las 80 horas semanales. Esta realidad queda reflejada en el libro «I Deliver Parcels in Beijing», que describe la vida en la economía gig del país.
Testimonio desde el terreno
Hu Anyan describe jornadas maratonianas como repartidor en Beijing: «Sudaba tanto que nunca necesitaba orinar». Su memoir, traducido recientemente al inglés, detalla casi una década de trabajos en logística, tiendas de bicicletas y comercio electrónico, mostrando la belleza perversa de la resistencia en una economía precaria.
Perfil de los trabajadores
El autor revela que universitarios aceptan empleos de repartidor ante la falta de oportunidades. En su última empresa, tres de ocho empleados tenían formación superior. Muchos graduados no encuentran puestos profesionales y sus salarios son inferiores a los de un repartidor.
Cambio generacional en la cultura laboral
Hu Anyan, nacido en los 70, atribuye su diligencia a la educación de su época. Contrasta esto con la tendencia actual del tangping o «cultura de tumbarse» entre los jóvenes, que rechazan la sobrecarga laboral. La generación más joven, sin haber experimentado escasez material, considera el neijuan (competencia intensa) como una pérdida de vida.
La automatización como amenaza limitada
Los repartidores no muestran ansiedad por ser reemplazados por robots. El autor observa que el gobierno chino regulará la automatización para que la tecnología mejore la vida de las personas, no solo del 10% de la población.
La libertad a través de la simplicidad
Hu Anyan defiende que la libertad se encuentra fuera del trabajo alienante. Tras ser despedido en 2019, decidió dedicarse a escribir con sus ahorros de 100.000 yuanes. Afirma que las mayores aspiraciones materiales dificultan la libertad, al requerir más tiempo e energía para ganar dinero.