Nuevas normas chinas obligan a rediseñar los pomos de los coches
China exige pomos mecánicos visibles y operables sin herramientas. Las reglas, que podrían aplicarse en 2027, afectan a fabricantes globales como Tesla, cuyo diseño de pomos flush está bajo investigación en EE. UU. por incidentes de seguridad.
Un cambio con poco margen de tiempo
El Ministerio de Industria y Tecnología Informática de China publicó las normas propuestas, que deben finalizarse tras un periodo de comentarios a finales de noviembre. El plazo de 2027 supone un reto para los ciclos de desarrollo multianuales de los fabricantes. La modificación del diseño de las puertas es compleja y costosa.
Problemas de seguridad impulsan la normativa
La NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras) investiga el Model Y de Tesla de 2021. Más de 140 consumidores se quejaron de pomos atascados, especialmente con baterías de baja tensión. Se registraron informes de niños atrapados y de necesidad de romper ventanas para acceder al vehículo.
Repercusión global del estándar chino
China, el mayor mercado automovilístico mundial, está marcando pautas en seguridad para vehículos eléctricos. Bill Russo, consejero delegado de Automobility, señala que es un ejemplo de China estableciendo normas que luego influyen globalmente. Otros reguladores podrían seguir su ejemplo.
Los fabricantes se adaptan al cambio
Tesla prometió rediseñar sus pomos, combinando el release mecánico y el electrónico en un solo botón. Rivian también rediseña sus pomos. General Motors y Mercedes-Benz declaran que revisan la normativa y se adaptarán si es necesario. Volkswagen reconoce que los pomos flush son «terribles de operar».
El desafío técnico detrás del pomo
Any Broglin-Peterson, de la Universidad Estatal de Míchigan, explica que cambiar el diseño afecta a todo el espacio de la puerta, con electrónica, cableado y otros componentes. Integrar un mecanismo mecánico no es solo cuestión de software.
Implicaciones para la industria automovilística
Las nuevas normas chinas obligarán a repensar diseños que priorizaban la aerodinámica y la estética. La posible adopción global de estas reglas unificaría los estándares de seguridad, priorizando la funcionalidad mecánica en situaciones de emergencia sobre innovaciones puramente formales.