Videos del asesinato de Charlie Kirk se propagan sin control en redes sociales
Las principales plataformas incumplen sus propias normas de moderación de contenidos. Investigadores señalan que los vídeos gráficos del tiroteo circulan sin advertencias y se reproducen automáticamente. El suceso ocurrió ayer durante un acto en la Utah Valley University.
La propagación del contenido gráfico
Minutos después del tiroteo, vídeos del incidente comenzaron a circular en TikTok, Instagram y X. La mayoría de los vídeos vistos por WIRED no contenían advertencias de contenido y muchos comenzaban a reproducirse automáticamente. Investigadores como Alex Mahadevan del Instituto Poynter califican la situación de «increíble», subrayando que es imposible retirar o advertir sobre todos estos vídeos sin un sólido programa de confianza y seguridad.
La respuesta de las plataformas
TikTok confirmó que no permite «contenido sangriento, espantoso, perturbador o extremadamente violento» y afirmó haber implementado salvaguardias adicionales. Meta, por su parte, aplica una etiqueta de «Marcar como sensible» y restringe el contenido a mayores de 18 años, pero no lo retira a menos que glorifique la violencia. X no respondió a las solicitudes de comentarios sobre si considera el vídeo «excesivamente sangriento».
Un vacío político en la moderación
El vídeo del asesinato de Kirk entra en una zona gris de las políticas de las plataformas, situándose entre el «contenido gráfico» permitido y la «violencia glorificada» que viola las normas. Esta ambigüedad se da en un contexto donde plataformas como X, TikTok, Facebook e Instagram han reducido sus esfuerzos de moderación en los últimos dos años, eliminando en algunos casos el trabajo de moderadores humanos.
El contexto de la desinformación digital
El incidente ocurre en un momento de altas tensiones políticas y violencia, donde las plataformas sociales dependen cada vez más de herramientas de IA para detectar contenido potencialmente dañino. La eficacia de estos sistemas automatizados se ve comprometida por la falta de transparencia en su despliegue y la escalada de contenidos virales.
Una herida digital para la sociedad
La continua propagación de estos vídeos gráficos supone un daño psicológico para la sociedad, según expertos. La exposición involuntaria a este contenido violento está radicalizando a algunos usuarios, que no solo leen sobre el suceso, sino que son testigos directos del mismo a través de sus pantallas.