Inversión en startups de robótica supera los 6000 millones de dólares en 2025
El capital riesgo para empresas robóticas alcanza máximos históricos. El sector madura tras una década de ensayo y error, impulsado por la caída de costes de hardware y software. La inversión de 2025 superará la de 2024, según datos de Crunchbase.
Una década de aprendizaje para la madurez
Los inversores señalan que el punto de inflexión se produjo en 2012 con la adquisición de Kiva Systems por parte de Amazon, un hito que, según Seth Winterroth de Eclipse, «lanzó 1000 startups robóticas«. Este primer atractivo para los ingenieros permitió a las empresas encontrar su ajuste al mercado (product-market-fit) tras muchos intentos fallidos. Kira Noodleman de Bee Partners respalda esta visión, afirmando que los errores pasados, como el cierre de Rapid Robotics, han servido de lección para la nueva generación de fundadores.
Factores detrás del boom inversor
Fady Saad de Cybernetix Ventures destaca que el coste de construir robots se ha reducido drásticamente gracias a los avances en sensores, computación y baterías. Esto crea un camino más viable para escalar y atrae a inversores. Aunque la IA es un factor de ayuda, no es el único motivo del auge actual. Saad matiza que los modelos de lenguaje grande (LLM) se entrenan con información online, mientras que los robots interactúan con el mundo físico, lo que requiere un desarrollo más complejo.
Los sectores más atractivos para los inversores
Los capitalistas de riesgo se centran en mercados ya adoptantes como la fabricación, el almacenaje y la construcción. Winterroth, Saad y Noodleman coinciden en que la salud y la robótica quirúrgica son áreas compelling para invertir. Noodleman añade el cuidado de ancianos, argumentando que «incluso los robots imperfectos son mejores que nada» ante la escasez de mano de obra. Las empresas verticales, frente a las horizontales, tienen acceso a más datos del mundo real.
El escepticismo hacia los humanoides
Un área que no despierta tanto entusiasmo es la robótica humanoide y de consumo. Saad no está convencido de que la gente quiera pronto un robot en casa, señalando que «la única empresa de robots de consumo exitosa, iRobot, no logró un segundo acto«. Cita como ejemplos de fracaso los robots para limpiar piscinas, cortar el césped o fregar suelos.
De la teoría a la práctica real
El ecosistema robótico actual es el resultado de un largo proceso de maduración que comenzó hace más de una década. La falta inicial de capital riesgo para startups surgidas de universidades como MIT o Carnegie Mellon (CMU) contrasta con el panorama actual. Los avances tecnológicos continuos y la validación del mercado han creado un terreno fértil para la inversión, situando a la robótica como una de las pocas categorías no-AI con crecimiento en financiación.
Un futuro con más robots en la industria
El interés de los inversores, aunque encarece los acuerdos, es positivo para la industria. Existe una mayor concienciación por parte de los clientes potenciales y un mercado en crecimiento, respaldado por ejemplos de organizaciones comerciales exitosas. El camino hacia el éxito comercial de modelos más complejos, como los humanoides, aún llevará años, pero la base para un ecosistema robótico próspero está ahora establecida.