Inversión en startups robóticas supera los 6000 millones de dólares en 2025
El capital riesgo en robótica alcanza máximos históricos. El sector madura tras una década de desarrollo, con avances en hardware y software. La inversión de 2025 superará a la de 2024, según datos de Crunchbase.
Una década de evolución
El mercado de startups robóticas ha alcanzado su madurez tras un largo proceso. El hardware y el software que impulsan estos robots han mejorado significativamente —y son más baratos—. Seth Winterroth, socio de Eclipse Ventures, afirma que «el momento para invertir en robótica nunca ha sido mejor». El punto de inflexión se produjo en 2013 con la adquisición de Kiva Systems por Amazon, un hito que, según Winterroth, «fue la adquisición que lanzó 1000 startups robóticas».
Lecciones del pasado
La primera oleada de startups sirvió para atraer talento ingeniero y encontrar el ajuste al mercado. Kira Noodleman, socia de Bee Partners, señala que «la última década de prueba y error ayudó a las startups a descubrir lo que el mercado busca realmente». Algunas empresas, como Rapid Robotics, cerraron, pero su conocimiento se trasladó a la siguiente generación de emprendedores.
Factores del despegue inversor
Más allá de la IA, varios elementos convergen para impulsar el sector. Fady Saad, de Cybernetix Ventures, destaca que «el coste de construir robótica ha disminuido drásticamente» gracias a los avances en sensores, computación y baterías. Esto crea un camino más viable para escalar y atrae a inversores. Aunque la IA ayuda en el entrenamiento de robots, Saad matiza que los modelos de lenguaje grande (LLM) se entrenan principalmente con información online, mientras que los robots interactúan con el mundo real.
Los sectores más atractivos
Los capitalistas riesgo se centran en mercados con necesidades urgentes de automatización. La fabricación, el almacenamiento y la construcción siguen siendo áreas principales para la inversión. Winterroth, Saad y Noodleman coinciden en que la salud y la robótica quirúrgica son también áreas compelling. Noodleman añade el cuidado de ancianos, subrayando que «incluso los robots imperfectos son mejores que nada» ante la escasez de mano de obra.
El rechazo a los humanoides
Un área que no despierta el mismo entusiasmo es la de los robots humanoides o de consumo. Saad se muestra escéptico: «La única empresa de robótica de consumo exitosa, iRobot, no logró crear un segundo acto». Argumenta que los consumidores no parecen querer robots en sus casas, como demuestra el fracaso de robots para limpiar piscinas o cortar el césped.
De la idea al mercado
El ecosistema robótico actual es el resultado de un lento proceso de maduración que comenzó hace más de una década. La adquisición de Kiva Systems por Amazon en 2013 marcó un punto de partida crucial, generando una primera ola de startups y atrayendo talento de instituciones como Waterloo, CMU o MIT. Durante años, las empresas lucharon por encontrar su product-market-fit en un entorno donde el capital riesgo se dirigía mayoritariamente a otras áreas tecnológicas.
Un futuro automatizado, pero selectivo
El aumento de la inversión está impulsando la concienciación de los clientes y expandiendo la base potencial de usuarios. Aunque el interés está encareciendo las operaciones, los inversores lo consideran un balance positivo. El sector avanza hacia una adopción más amplia, pero de forma selectiva, priorizando aplicaciones industriales y especializadas sobre soluciones generalistas o de consumo. El camino hacia el éxito comercial de modelos más complejos, como los humanoides, aún está por recorrer.