Filtraciones corporativas revelan el funcionamiento de sistemas chinos de vigilancia
Documentos internos de dos empresas tecnológicas chinas detallan sus operaciones de vigilancia y propaganda. Las filtraciones muestran que estas empresas colaboran con instituciones académicas y se adaptan a las necesidades de sus clientes, operando de manera similar a sus homólogas occidentales.
La cortina de datos se descorre
Una serie de filtraciones corporativas ha proporcionado una visión detallada de cómo operan las empresas tecnológicas chinas de vigilancia y propaganda. Geedge Networks comercializa herramientas de censura digital a al menos cuatro países, según los documentos, que fueron analizados por investigadores. Por otra parte, GoLaxy utiliza IA para analizar redes sociales y generar materiales propagandísticos, principalmente para clientes domésticos.
Similitudes con el modelo occidental
Los documentos demuestran que, aunque se percibe como un sistema único y gubernamental, el desarrollo de estas tecnologías sigue lógicas empresariales familiares. Ambas empresas mantienen relaciones cercanas con la Academia China de Ciencias (CAS) y comercializan sus servicios entre agencias gubernamentales, adaptando sus estrategias de negocio a las necesidades de cada cliente.
Un ecosistema impulsado por el mercado
La industria de vigilancia y propaganda en China está impulsada tanto por fuerzas económicas como por la ideología política. GoLaxy, por ejemplo, asignaba objetivos de ventas a sus empleados y buscaba conseguir contratos con agencias gubernamentales, según se desprende de la filtración. “Sus ventas a menudo parecían estar más motivadas por la lógica del mercado que por un gran plan para hacer el mundo más autoritario”, señala una experta citada en el texto.
Tecnología con raíces académicas
El contexto de estas operaciones se encuentra en la estrecha relación entre la investigación académica y su comercialización. Muchos investigadores clave de GoLaxy ocupan puestos en la Academia China de Ciencias (CAS), mostrando un camino similar al que siguen los académicos en Occidente cuando fundan startups para monetizar sus investigaciones.
Un negocio opaco que se descubre por filtraciones
La principal diferencia radica en la opacidad. El trabajo de estas empresas sale a la luz sólo cuando un conjunto de documentos se filtra en internet, revelando la naturaleza de sus operaciones. Esto contrasta con el mayor nivel de transparencia habitual en las empresas occidentales del sector.