Filtraciones corporativas revelan el funcionamiento real de la censura china
Empresas tecnológicas chinas operan con lógica de mercado similar a occidente. Documentos internos de Geedge Networks y GoLaxy detallan cómo comercializan sistemas de vigilancia y propaganda. Las filtraciones ocurrieron en septiembre de 2025 y fueron analizadas por investigadores académicos.
El negocio detrás del control
Dos filtraciones corporativas simultáneas demuestran que la industria de vigilancia y propaganda china funciona con lógica comercial comparable a la occidental. Geedge Networks vende sistemas de censura digital a países como Kazajistán, Pakistán, Etiopía y Myanmar, mientras GoLaxy se especializa en análisis de big data para generar materiales propagandísticos. Ambas empresas mantienen estrechas relaciones con instituciones académicas como la Academia China de Ciencias (CAS).
Geedge: Exportando el Gran Firewall
La filtración de Geedge Networks muestra capacidades granulares para monitorizar, interceptar y hackear tráfico de internet. Los investigadores describen su modelo como «autoritarismo digital como servicio». La empresa adapta su estrategia comercial a diferentes clientes e incluso reutiliza infraestructura de competidores como la canadiense Sandvine.
GoLaxy: Propaganda mediante IA
Los documentos de GoLaxy revelan que la empresa utiliza inteligencia artificial para analizar redes sociales y generar narrativas propagandísticas. Sus principales clientes son el Partido Comunista Chino, el gobierno chino y el ejército chino. La tecnología se enfoca en temas geopolíticos como Taiwán, Hong Kong y elecciones estadounidenses.
Mecanismos de mercado
Ambas empresas operan bajo dinámicas de mercado similares a las occidentales. GoLaxy estableció objetivos de ventas de 42 millones de RMB (5.9 millones de dólares) para contratos con agencias gubernamentales en 2020. La industria está impulsada tanto por fuerzas económicas como por ideología política, según expertos como Shazeda Ahmed de UCLA.
Paralelismos globales
El desarrollo de estas tecnologías sigue patrones globales: investigadores académicos comercializan sus avances mediante startups que compiten por contratos gubernamentales. La diferencia clave radica en la transparencia, ya que en China esta información solo sale a la luz mediante filtraciones. Los documentos incluso comparan el trabajo de GoLaxy con el de Cambridge Analytica.
Implicaciones sistémicas
Estas filtraciones desafían la percepción de que la censura y propaganda china son resultado exclusivo de un plan maestro gubernamental. Los esfuerzos de control deben ser comercializados, financiados y mantenidos, siguiendo lógicas corporativas y procesos de licitación competitivos donde los clientes son gobiernos y los productos pueden moldear sociedades enteras.