Estudiantes británicos hackean escuelas por retos y notoriedad
El 57% de los ciberataques en colegios del Reino Unido son realizados por alumnos. Los motivos incluyen apuestas, fama, dinero o venganza. La Oficina del Comisionado de Información (ICO) alerta de que esta práctica puede encaminarles hacia el cibercrimen.
Un problema de seguridad interno
La ICO, tras analizar 215 informes de brechas de datos, descubrió que más de la mitad de los incidentes de seguridad se originaron dentro de las escuelas y fueron ejecutados por los propios estudiantes. Casi un tercio de los accesos ilegales se lograron al adivinar contraseñas comunes o encontrar credenciales anotadas en papel.
Métodos y motivaciones
Un ejemplo citado por el regulador detalla cómo tres estudiantes de Year 11 hackearon el sistema de información de su colegio utilizando herramientas para romper contraseñas. Dos de ellos confesaron pertenecer a un foro de hacking. La especialista principal de ciberseguridad de la ICO, Heather Toomey, advirtió que «lo que comienza como un reto o un juego en el entorno escolar puede llevar a los niños a participar en ataques dañinos».
Malas prácticas que facilitan los hackeos
El informe también señala fallos en la protección de datos que facilitan estas intrusiones: casi un cuarto de las brechas explotaron prácticas débiles, como que los profesores permitan a los alumnos usar sus dispositivos. Un 20% de los hackeos fueron causados por personal que usa dispositivos personales para trabajo y un 17% por controles de acceso inadecuados en sistemas como Microsoft SharePoint.
Un contexto de vulnerabilidad digital
El análisis de la ICO se enmarca en un entorno donde las brechas de datos personales en el sector educativo son recurrentes. El informe identifica que, aunque la mayoría de los incidentes requieren poca sofisticación, un 5% de ellos necesitaron técnicas más avanzadas para eludir los controles de seguridad y red de los centros.
Una llamada de atención para los colegios
La ICO, calificando los hallazgos como «preocupantes», instó a las escuelas a abordar el problema actualizando la formación en el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), mejorando las prácticas de ciberseguridad y reportando las brechas a tiempo. El objetivo es prevenir que una actividad inicialmente lúdica derive en futuras carreras delictivas.