Natron Energy cesa operaciones tras no obtener certificación UL
La startup de baterías de sodio tenía pedidos por 25 millones de dólares. El proceso de certificación, que puede durar meses, provocó que los inversores retiraran su apoyo. La empresa entra en liquidación tras 12 años de actividad.
Un final abrupto para una promesa tecnológica
Natron Energy, una startup dedicada a las baterías de iones de sodio, cesó sus operaciones esta semana, poniendo fin a su proyecto de 12 años para comercializar su tecnología en Estados Unidos. La compañía se encontraba en un proceso conocido como «assignment for the benefit of creditors», una alternativa a la bancarrota del Capítulo 7 que busca una venta rápida de los activos.
El obstáculo insalvable
El cierre se debió a que no pudo obtener a tiempo la certificación UL necesaria para cumplir con sus pedidos, valorados en 25 millones de dólares, desde su fábrica en Míchigan. Este proceso de certificación suele durar varios meses, lo que generó una crisis de liquidez al negarse los inversores a liberar más fondos.
Repercusión para el empleo y la industria
El principal accionista, Sherwood Partners, intentó sin éxito vender su participación. Como resultado, se despidió a casi todos los empleados, dejando solo a un pequeño grupo para supervisar el cierre de las operaciones. Esto afecta directamente al plan de la empresa de crear hasta 1.000 empleos en una nueva fábrica en Carolina del Norte.
Un panorama complejo para la fabricación de baterías
El camino desde una startup hasta una gigafábrica suele llevar una década o más, un viaje que dura más que la mayoría de los ciclos empresariales. Natron se centraba en el almacenamiento estacionario y clientes de centros de datos, mercados donde la menor densidad energética de las baterías de sodio no es tan preocupante.
Una tendencia de fracasos fuera de Asia
Natron es la última de una serie de empresas que han fracasado en su intento de fabricar grandes cantidades de baterías fuera de Asia. En junio, la empresa de Oregón Powin se acogió al Capítulo 11 de bancarrota. A principios de este año, la sueca Northvolt también quebró, acabando con la mejor oportunidad de Europa para tener un competidor local, tras reportarse que quemaba 100 millones de dólares al mes.
El futuro de la fabricación en Occidente
Estos fracasos subrayan la dificultad de construir empresas de baterías fuera de Asia, que ha desarrollado cadenas de suministro maduras y empresas con vasta experiencia. Si Estados Unidos o Europa quieren crear competidores domésticos, necesitarán un apoyo gubernamental sostenido durante una década o más. De momento, las joint ventures con empresas asiáticas como Panasonic, LG Energy Solution y SK Innovation parecen tener más probabilidades de éxito.