GE Aerospace invierte 300 millones de dólares en Beta Technologies
GE Aerospace invertirá 300 millones de dólares en Beta Technologies. Ambas empresas se asociarán para desarrollar un turbogenerador híbrido-eléctrico para aeronaves de próxima generación. El anuncio se realizó el jueves, 4 de septiembre de 2025.
Una alianza para electrificar el cielo
GE Aerospace, un gigante en motores de aviación, y Beta Technologies, una startup de aviación eléctrica, unen sus experiencias complementarias. El nuevo turbogenerador híbrido-eléctrico aprovechará la infraestructura existente de GE y los componentes de su familia de motores, mientras que Beta aportará su experiencia en propulsión eléctrica de alto rendimiento.
El objetivo técnico
El sistema híbrido conjunto proporcionará mayor autonomía, capacidad de carga útil y mejor rendimiento de la aeronave. Esta solución gana impulso en el espacio de Movilidad Aérea Avanzada (AAM) para extender el tiempo de vuelo o aumentar la carga potencial.
El camino de Beta
En paralelo a esta nueva asociación, Beta busca la certificación para su aeronave Alia, que incluye una variante de despegue y aterrizaje convencional y otra de despegue y aterrizaje vertical eléctrico (eVTOL).
Inversión y repercusión
La inversión, sujeta a la aprobación regulatoria, elevará la financiación total de Beta a 1.450 millones de dólares. GE se unirá a inversores como el Climate Pledge Fund de Amazon y Fidelity Management & Research Company. Además, GE obtendrá el derecho a designar un director en la junta de Beta.
El despegue de la movilidad aérea avanzada
El sector de la Movilidad Aérea Avanzada (AAM), un término general que describe la próxima generación de conceptos de aviación como eVTOL e hidrógeno, está ganando impulso. Los fabricantes de aeronaves recurren cada vez más a los híbridos, que combinan turbinas tradicionales con energía eléctrica.
Un nuevo capítulo en la aviación
Esta asociación estratégica refleja el interés de un actor tradicional de la industria por las nuevas arquitecturas híbrido-eléctricas. El desarrollo y la certificación de estos sistemas definirán las capacidades de la próxima generación de aeronaves.