Propietaria de BMW i4 rescinde contrato por fallos de software persistentes
Una periodista tecnológica finaliza su contrato de arrendamiento de un BMW i4 tras casi dos años de problemas continuos con el software del vehículo, que incluyen fallos en la llave digital y la integración de CarPlay. La decisión se debe a la frustración con funciones básicas que no operan correctamente.
Una relación tecnológica tormentosa
La propietaria, Connie Loizos, describe múltiples inconvenientes que convirtieron la experiencia de conducción en una fuente de frustración. Los problemas para desbloquear el vehículo con la llave digital fueron uno de los primeros obstáculos, obligándola a seguir complejos procedimientos alternativos en aparcamientos. El sistema de perfiles de usuario también resultó defectuoso, asignando prioridad erróneamente a teléfonos de invitados y causando inconvenientes con la conectividad Bluetooth.
Problemas de seguridad y funcionalidad
La integración con CarPlay se describe desde pobre hasta peligrosa, con actualizaciones que rompían su funcionalidad y requerían reinicios completos del sistema iDrive. La cámara de marcha atrás es prácticamente inútil con poca luz y la pantalla se calienta hasta estar abrasadora. Además, un fallo en el sistema de luces hace que estas permanezcan encendidas indefinidamente tras aparcar, agotando la batería.
Un historial de fiabilidad comprometida
El BMW i4 de 2022 fue objeto de seis retiradas del mercado en su primer año, incluyendo una por riesgo de incendio cuando el vehículo estaba aparcado. Otras retiradas abordaron unidades de control de la batería que podían causar una pérdida súbita de potencia. Las actualizaciones de software over-the-air son poco fiables y a menudo dejan de funcionar, requiriendo visitas al concesionario para su instalación manual.
La promesa incumplida de un producto premium
BMW posiciona el i4 como un vehículo premium, con precios que parten de los 50.000 dólares y pueden superar los 70.000. Estos problemas persistentes contrastan con la experiencia de usuarios de marcas menos costosas, como Hyundai y Lexus, que reportan conectividad robusta y experiencias de usuario fluidas.
El final del camino
La combinación de fallos diarios, preocupaciones de seguridad y la falta de fiabilidad en funciones básicas llevó a la propietaria a decidir no renovar el contrato de arrendamiento. La experiencia demuestra que la sofisticación tecnológica no puede comprometer la operatividad fundamental de un vehículo, especialmente en un producto de gama alta.