Inversión en empresas espaciales se cuadruplica y atrae a capitalistas generalistas
El financiamiento global en startups espaciales alcanza los 4.500 millones de dólares hasta julio de 2025. Este crecimiento responde a menores costes de lanzamiento y aplicaciones en defensa e inteligencia, atrayendo a fondos de capital riesgo sin especialización aeroespacial.
Un nuevo espacio para los negocios
El ecosistema de startups espaciales está experimentando una transformación radical. La inversión venture global en tecnología espacial alcanzó los 4.500 millones de dólares en 48 empresas hasta julio, una cifra que multiplica por más de cuatro la cantidad captada en todo 2024. Este boom está siendo impulsado por fondos de capital riesgo generalistas, que ahora apuestan por el sector sin necesidad de contar con ingenieros aeroespaciales en sus equipos.
El catalizador: costes reducidos y nuevas aplicaciones
Empresas como SpaceX han abaratado sustancialmente el acceso al espacio, permitiendo el surgimiento de modelos de negocio centrados en aplicaciones y no solo en la construcción de cohetes. Esto ha desplazado el foco inversor hacia startups que utilizan datos e infraestructura espacial para monitorización climática, inteligencia y comunicaciones. Katelin Holloway, socia de Seven Seven Six, afirma: «Literalmente, como especie, estamos al borde de que el espacio forme parte de nuestra vida diaria».
El atractivo de la defensa y la inteligencia
Las tensiones geopolíticas y los avances espaciales de China están impulsando la inversión estadounidense en defensa. El gasto en defensa proporciona una base de clientes fiable y valida comercialmente estas tecnologías, lo que da mayor confianza a los inversores. El Secretario de Defensa, Pete Hegseth, declaró: «No hay forma de ignorar que el próximo dominio de guerra más importante será el dominio espacial». Startups como True Anomaly y K2 Space han cerrado rondas de 260 y 110 millones de dólares, respectivamente.
De la ficción a la factibilidad
Hace apenas cinco años, las inversiones espaciales eran consideradas «apuestas lunares» con horizontes de retorno a décadas vista. Empresas como Stoke Space o Interlune, que planea extraer helio-3 de la luna, representaban un riesgo que solo los fondos más especializados asumían. El alto coste de los lanzamientos y la complejidad técnica limitaban el sector a un nicho muy específico.
Un horizonte de retorno más cercano
La confluencia de lanzamientos más baratos, aplicaciones de IA, gasto en defensa y plazos de retorno comprimidos está redefiniendo el perfil del inversor espacial. Los capitalistas riesgo ahora creen posible lograr liquidez en el horizonte estándar de 10 años de un fondo. El mercado público parece receptivo, como muestran las salidas a bolsa de Voyager y Karman Space & Defense. La viabilidad comercial de estas empresas ya no depende exclusivamente de su ingeniería, sino también de su capacidad operativa y de ejecución.