Reino Unido retira su exigencia de acceso a los datos cifrados de Apple
La Directora de Inteligencia Nacional de EE.UU., Tulsi Gabbard, anunció el acuerdo. El Gobierno británico desistió de su demanda tras las negociaciones con la administración Trump. La medida protege los datos de ciudadanos estadounidenses y sus libertades civiles.
Un giro inesperado en la privacidad digital
Según un comunicado de la Directora de Inteligencia Nacional de EE.UU., el Reino Unido ha retirado su mandato para que Apple proporcione un «acceso especial» o backdoor a sus sistemas en la nube. Este hecho supone el desenlace de una saga de varios meses que comenzó cuando el Gobierno británico exigió secretamente a Apple que concediera a sus autoridades acceso a los datos cifrados de los usuarios de iCloud, especialmente aquellos que activaran la Protección de Datos Avanzada (ADP).
La amenaza a la seguridad global
La demanda, realizada en virtud de la Ley de Poderes de Investigación de 2016 del Reino Unido, provocó indignación y condena de expertos en privacidad y seguridad de todo el mundo. Los expertos argumentaron que, de obtener lo que quería, el gobierno británico debilitaría la privacidad a nivel mundial y abriría la puerta a que más gobiernos hicieran exigencias similares.
De la ley secreta a la disputa pública
La existencia de la demanda legal se conoció por primera vez en febrero a través de un reportaje de The Washington Post. Inicialmente, Apple respondió eliminando la opción de activar la Protección de Datos Avanzada para los nuevos usuarios en el Reino Unido. La compañía también impugnó el mandato del backdoor en los tribunales, un caso que en un principio fue secreto pero que luego se decretó que se celebraría a puerta abierta.
Una batalla legal en la era de la ciberseguridad
Este conflicto se enmarca en la tensión constante entre los gobiernos, que buscan herramientas para la seguridad nacional y la investigación, y las empresas tecnológicas y defensores de los derechos civiles, que abogan por la privacidad del usuario y la integridad de los sistemas de cifrado. La Ley de Poderes de Investigación de 2016 del Reino Unido, conocida como la «Carta de los fisgones», es la pieza legislativa que otorga amplios poderes de vigilancia a las autoridades.
Un capítulo que se cierra, por ahora
El acuerdo alcanzado resuelve, por el momento, una disputa internacional que tenía implicaciones directas para la privacidad de los usuarios a escala global. El desistimiento del Reino Unido evita la creación de un precedente peligroso que podría haber llevado a otros países a exigir backdoors similares, debilitando fundamentalmente la seguridad de los productos y servicios de tecnología.