La startup de alquiler de coches Kyte cierra tras entrar en liquidación
La empresa transfirió su lista de clientes a Turo y dejó pendientes reembolsos a usuarios. Kyte, que operaba en 14 ciudades de EE.UU., no logró financiación para continuar. Sus vehículos fueron embargados por impagos a acreedores.
«El fin de un competidor de Hertz»
Kyte, fundada en 2019, cerró tras incumplir pagos de préstamos y liquidar su flota. El consejo directivo intentó «soluciones de capital» sin éxito, según un comunicado a acreedores. El CEO Nikolaus Volk admitió que los reembolsos a clientes podrían resolverse mediante «charge-backs» (devoluciones bancarias).
Clientes en espera
Usuarios con reservas previas al cierre denuncian retrasos en reembolsos de cientos de dólares. Algunos recuperaron el dinero mediante sus tarjetas, pero otros siguen sin solución. Turo, plataforma de alquiler entre particulares, adquirió la base de clientes de Kyte en julio.
Caída progresiva
Kyte recortó personal y abandonó 12 mercados en 2024 por falta de rentabilidad, según Volk. Se centró en San Francisco y Nueva York, pero no evitó el colapso. La startup había recaudado 300 millones de dólares y se promocionaba como alternativa a Hertz.
Un sector en crisis
El cierre de Kyte sigue al de Getaround en EE.UU. (febrero 2025) y al fracaso de Autonomy, otra plataforma de movilidad. El modelo de flota propia y entrega a domicilio no resistió la presión financiera, pese a su expansión inicial.
Adiós a las llaves entregadas en casa
Kyte deja un vacío en el alquiler flexible, con clientes afectados y un mercado que prioriza rentabilidad sobre crecimiento. Su liquidación en California marca el final de un experimento que prometía revolucionar la movilidad urbana.