Bluesky actualiza sus normas y pide opinión a los usuarios
La red social modifica sus políticas por exigencias legales y para fomentar un ambiente más respetuoso. Los cambios, que incluyen verificación de edad en el Reino Unido y un nuevo proceso de apelaciones, entrarán en vigor el 15 de octubre tras un periodo de feedback.
«Queremos resolver conflictos con una llamada»
Bluesky introduce un proceso informal de resolución de disputas, donde la empresa hablará por teléfono con los usuarios antes de acciones formales. «Creemos que la mayoría de los conflictos pueden solucionarse así», afirma la plataforma. También permitirá llevar ciertas denuncias a los tribunales, rompiendo con la tendencia de arbitraje privado en la industria.
Cuatro principios clave
Las nuevas Normas de la Comunidad se basan en: seguridad, respeto, autenticidad y cumplimiento de reglas. Prohíben contenido violento, sexualización de menores, doxxing o spam, pero protegen el periodismo y la sátira. Los periodistas podrán informar sobre crímenes o retos virales peligrosos sin restricciones.
Presión regulatoria global
Las actualizaciones responden a leyes como el Online Safety Act (OSA) del Reino Unido, el Digital Services Act (DSA) de la UE y el TAKE IT DOWN Act de EE.UU.. Desde julio, los usuarios británicos deben verificar su edad con identificación o tarjeta de pago para acceder a contenido adulto.
Un equilibrio difícil
Bluesky ha enfrentado críticas por decisiones de moderación controvertidas, como tensiones con la comunidad negra y trans, y acusaciones de sesgo político. La plataforma defiende su enfoque de «herramientas personalizables», pero los usuarios reclaman más acción directa contra el acoso y la falta de diversidad de opiniones.
Privacidad y derechos
Las políticas de privacidad y copyright también se ajustan a normativas globales, con claridad en transferencia de datos, retención y transparencia. Entrarán en vigor el 15 de septiembre, sin consulta pública.
¿Hacia una red más amable?
Los cambios buscan mejorar la seguridad y reducir la toxicidad, pero su éxito dependerá de cómo se apliquen. La plataforma apuesta por la participación ciudadana en el diseño de sus normas, aunque mantiene el control final sobre la moderación.