Mineros de Bitcoin compiten por evitar aranceles de Trump con vuelos urgentes
Empresas importadoras gastaron millones en transporte aéreo para eludir tasas del 32%. La industria minera estadounidense enfrentó una carrera contra el reloj tras el anuncio sorpresa de subidas arancelarias en abril. La medida afectó especialmente a equipos fabricados en el sudeste asiático.
«Como una película: el avión despegó y todos aplaudieron»
El 8 de abril, un Boeing 777 despegó de Singapur con 3.000 kilos de equipos de minería de Bitcoin destinados a Nueva York. La empresa Luxor Technology celebró haber evitado pagar cientos de miles de dólares en aranceles tras una semana de negociaciones caóticas. «Fue una situación sin precedentes», admitió Ethan Vera, su director de operaciones.
La batalla por el espacio aéreo
Importadores como Luxor y AsicXchange compitieron por aviones fletados y capacidad logística limitada. Los precios del transporte aéreo llegaron a multiplicarse por diez, según la empresa Sealion Cargo. Vlad Siniavsky, de AsicXchange, perdió $100.000 al absorber costes extras para cumplir con su cliente.
Caos en los aeropuertos asiáticos
En terminales como la de Bangkok, la acumulación de carga generó embotellamientos. «Era como un concierto, pero de mercancías», describió Christopher Berschel de Sealion Cargo. Algunos envíos llegaron a la pista con minutos de margen antes del cierre de la ventana arancelaria.
Un alivio temporal… y más incertidumbre
Trump pospuso los aranceles el 9 de abril, pero la nueva tasa del 19% entrará en vigor el 7 de agosto. Aunque esta vez hay más preparación, el episodio dejó pérdidas y estrés en la industria. «Fue lo más estresante de mi carrera», confesó Siniavsky.
Bitcoin en modo supervivencia
La minería en EE.UU. ya enfrentaba márgenes ajustados por competencia, altos costes energéticos y recompensas decrecientes. Los aranceles amenazan la rentabilidad de operadores con menos capital, según Luxor. El oligopolio de fabricantes chinos (Bitmain y MicroBT) complica aún más la cadena de suministro.
¿Valió la pena el esfuerzo?
La industria demostró agilidad logística, pero los costes extras y los retrasos gubernamentales dejaron un sabor amargo. La próxima semana se sabrá si los nuevos aranceles impactan igual que la amenaza inicial.