Hoteles japoneses emplean robots para reducir costes y contacto humano
La cadena Henn na opera con 150 robots en 14 establecimientos. Los humanoides gestionan recepciones y servicios básicos, permitiendo tarifas desde 100 dólares la noche. El modelo híbrido surge tras ajustes por fallos iniciales y la pandemia.
«Recepcionistas que no piden vacaciones»
En los Henn na Hotel, androides multilingües o dinosaurios animatrónicos registran a los huéspedes mediante tablets. «Son compañeros que siempre sonríen y trabajan 24/7», afirma Masashi Suzuki, gerente del ubicación de Hamamatsucho (Tokio), donde solo hay un empleado humano en turnos de baja demanda. La eficiencia operativa redujo plantillas de 40 a 8 trabajadores en algunos hoteles.
De Churi a RoBoHoN: la evolución tecnológica
Tras problemas con el asistente virtual Churi (que confundía ronquidos con órdenes), la cadena desplegó robots Sharp RoBoHoN. Estos controlan climatización, responden preguntas frecuentes e incluso bailan 70 coreografías. Según un estudio de la Universidad Stockton (2023), la novedad incrementa la satisfacción, aunque las expectativas humanizadas generan frustración.
Un negocio que nació «extraño»
Fundada en 2015, Henn na («extraño» en japonés) llegó a operar 200 robots en 2019. La pandemia revitalizó su modelo al demandarse tecnología sin contacto. Japón, con escasez laboral y mercado de robots asistenciales en auge (30 millones de dólares en 2025), adoptó estas soluciones antes que EE.UU., donde predominan usos industriales.
¿Hospitalidad o automatización?
El éxito del modelo depende de equilibrar ahorro y experiencia del cliente. Mientras los humanoides asumen tareas repetitivas, los empleados humanos se centran en gestión estratégica. La cadena evalúa expandir los robots donde no afecten la satisfacción, aunque aún son incapaces de reemplazar interacciones complejas como servicio de habitaciones.