Vogue genera polémica por publicar un anuncio con modelos creados por IA
La edición de julio de la revista incluyó una campaña de Guess con una modelo digital. El sector debate el impacto de la inteligencia artificial en empleos y diversidad. Modelos humanas critican que se priorice el ahorro sobre la inclusión real.
«Es mucho más barato, las marcas necesitan contenido»
La modelo Sarah Murray describió su descontento al ver por primera vez modelos artificiales en 2023, cuando Levi’s usó avatares para promocionar diversidad. «La profesión ya es difícil sin competir con estándares digitales perfectos», afirmó. Dos años después, el anuncio de Guess en Vogue reavivó el debate: la modelo AI, rubia y voluptuosa, reflejaba cánones de belleza tradicionales. Vogue defendió que el anuncio cumplía sus estándares, pero críticos ven poca diferencia entre contenido editorial y publicitario.
E-commerce, el principal campo de batalla
Sinead Bovell, modelo y fundadora de WAYE, señaló que las modelos de e-commerce son las más amenazadas, pues son la principal fuente de ingresos para muchas. Paul Mouginot, experto en tecnología, explicó que la IA permite crear imágenes realistas a bajo coste, algo clave para marcas que necesitan miles de piezas para redes sociales. PJ Pereira, de Silverside AI, añadió: «No hay forma de escalar de 4 a 400.000 contenidos sin IA».
De la «diversidad artificial» a los avatares
Murray criticó que marcas como Levi’s usen IA para simular inclusión en lugar de contratar talento diverso real. Bovell lo llamó «apropiación cultural robótica». Sara Ziff, de Model Alliance, impulsa una ley para que las modelos cobren por el uso de sus réplicas digitales. Mouginot ve potencial en avatares para multiplicar oportunidades, pero reconoce que «lo que ganan unos, reduce opciones para otros».
¿Imperfección como ventaja humana?
Sandrine Decorde, de Artcare, defiende que los modelos AI deben incluir rasgos únicos para evitar homogeneidad. Su estudio se especializa en crear niños digitales, evitando problemas éticos con menores. Pereira advierte: «Si no entrenas la IA con diversidad, replicará sesgos».
Un experimento con futuro incierto
Claudia Wagner, de Ubooker, cree que el anuncio de Guess buscaba visibilidad, no innovación. Pereira destacó que un vídeo AI generó ventas pese a críticas. Bovell cuestiona si Vogue probaba reacciones antes de normalizar modelos digitales. «Lo que haga Vogue marcará la pauta», concluyó Amy Odell, recordando cómo la revista validó a figuras como Kim Kardashian.
Moda en la encrucijada digital
El sector lleva años explorando IA, desde maniquíes virtuales (Veepee, 2013) hasta campañas recientes (H&M, Calvin Klein). La polémica de Guess evidencia la tensión entre costes, autenticidad y empleo. Mientras las marcas de lujo son cautas, otras ven en la tecnología una solución escalable.
¿Convivencia o sustitución?
El debate sigue abierto: la IA promete eficiencia, pero modelos humanas exigen protección. Bovell insta a diferenciarse con historias personales, algo que la tecnología no puede replicar. La industria deberá decidir si prioriza el ahorro o la conexión humana que, según Mouginot, sigue siendo insustituible.