El Fondo de Innovación de la OTAN renueva su equipo con dos nuevos socios
El NIF ajusta su estructura tras desafíos iniciales. El fondo, respaldado por 24 países, apuesta por tecnologías de doble uso en un contexto de mayor gasto militar. Los cambios se anuncian tras la Cumbre de la OTAN en La Haya.
«Reestructuración para impulsar la agenda tecnológica»
El Fondo de Innovación de la OTAN (NIF) ha incorporado a Ulrich Quay (ex BMW) y Sander Verbrugge (especialista en biotecnología) como nuevos socios, mientras Kelly Chen, miembro fundador, abandona el proyecto. La estructura actual se reduce a tres socios, con Patrick Schneider-Sikorsky como único superviviente del equipo original.
Nuevos perfiles, mismo enfoque
Quay y Verbrugge aportan experiencia industrial y científica, pero el NIF mantiene su tesis de invertir en tecnologías de doble uso (civil-militar), pese a las presiones para priorizar defensa pura tras la guerra en Ucrania. Kontesi, directiva del fondo, asegura que «van camino de cumplir sus objetivos de inversión anual».
De fondo lento a acelerador estratégico
Tras dos años y 19 inversiones (7 en fondos como OTB Ventures y 12 en startups como Space Forge), el NIF busca agilizar su operativa. Su equipo participó en el Plan de Acción para la Adopción Rápida de la OTAN, diseñado para integrar tecnologías defensivas. Además, contrataron a John Ridge como director de adopción para facilitar contratos militares a sus startups.
Un experimento en construcción
Creado en 2021 con 1.000 millones de dólares comprometidos, el NIF enfrentó retos de gestión y rotación. Fiona Murray, vicepresidenta, lo compara con «una startup que aprende y mejora». El proceso de selección de socios —sin historial previo entre ellos— busca ahora mayor cohesión.
Mirando hacia Europa
El fondo, con sede en Ámsterdam, prioriza ecosistemas europeos (donde se ubican la mayoría de sus inversores). Su meta es escalar empresas que fortalezcan la seguridad y resiliencia de la Alianza, aunque sin desviarse de su enfoque en tecnología dual.