Microsoft dejará de emplear ingenieros en China para el Departamento de Defensa de EE.UU.
La compañía rectificó tras un informe que reveló supervisión inadecuada. El cambio se produce después de que Pro Publica denunciara riesgos en sistemas cloud militares. El Secretario de Defensa calificó la práctica como inaceptable.
«Ningún acceso extranjero a sistemas críticos»
Microsoft confirmó que eliminará la participación de equipos con base en China en servicios cloud para el Departamento de Defensa (DoD). Frank X. Shaw, jefe de comunicaciones, declaró: «Hemos realizado cambios para garantizar que ningún equipo chino brinde asistencia técnica». La medida responde a preocupaciones de seguridad nacional planteadas por el informe de Pro Publica.
Fallas en la supervisión
El sistema anterior utilizaba «escoltas digitales» (empleados estadounidenses con autorizaciones de seguridad) para monitorear a los ingenieros en China. Sin embargo, Pro Publica reveló que estos supervisores carecían frecuentemente de conocimientos técnicos adecuados. El Secretario Pete Hegseth enfatizó en redes sociales: «Ingenieros extranjeros, especialmente de China, NUNCA deberían acceder a sistemas del DoD».
De la polémica a la acción
La decisión llega tres días después de la publicación del reportaje. Microsoft priorizó contener el daño reputacional en un sector donde la confianza gubernamental es clave. La empresa mantendrá otros contratos con el DoD, pero revisará sus protocolos de seguridad.
Un precedente sensible
El caso evidencia los desafíos de la externalización tecnológica en contextos geopolíticos tensos. Pro Publica demostró que incluso con salvaguardas, persisten riesgos en cadenas de suministro globalizadas. Microsoft había defendido previamente su modelo de ingeniería distribuida.
Puertas cerradas para Pekín
La medida refuerza el aislamiento tecnológico entre EE.UU. y China en áreas sensibles. Afectará operativamente al DoD, que deberá reasignar recursos. Para Microsoft, supone un reajuste en su estrategia de talento global, aunque mantiene su posición como proveedor clave del gobierno estadounidense.