Volkswagen invierte 1.000 millones más en Rivian

Volkswagen refuerza su apuesta en Rivian con una inversión adicional de 1.000 millones de dólares, pese a la caída de ventas y la eliminación de incentivos fiscales para vehículos eléctricos en EE.UU.
TechCrunch

Volkswagen invierte otros 1.000 millones de dólares en Rivian

La marca alemana refuerza su apuesta por el fabricante de vehículos eléctricos. El anuncio se produce en un contexto de caída de ventas de Rivian y eliminación de incentivos fiscales a los EV en EE.UU. por una nueva ley republicana.

«Una inyección clave en un momento crítico»

Volkswagen (VW) ha destinado 1.000 millones adicionales a Rivian, según TechCrunch Mobility. La medida busca sostener al fabricante californiano, cuyas ventas acumulan descensos. El apoyo se produce semanas después de que el Congreso de EE.UU. eliminara los créditos fiscales para compra de EV, afectando a toda la industria.

Impacto en el mercado

La ley republicana suprime subsidios a vehículos eléctricos, energía solar y eólica. Startups como Slate Auto ya ajustaron sus estrategias: retiraron promociones vinculadas a los incentivos. Rivian, que competía con el Hummer eléctrico y el F-150 Lightning, enfrenta ahora un escenario más complejo.

Autonomía bajo sospecha

El sector de vehículos autónomos también genera polémica. Expertos acuñaron el término MVAT («teatro de autonomía mínima viable») para criticar demostraciones puntuales, como la de Tesla con un Model Y entregado «sin conductor». Prácticas similares fueron comunes durante el auge inicial de la tecnología en 2015.

Cuando los incentivos marcaban el rumbo

Hasta junio de 2025, la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) impulsó las ventas de EV en EE.UU. con créditos fiscales. Su derogación alteró los planes de fabricantes y consumidores, especialmente para modelos económicos como el pickup de Slate Auto, que prometía un precio final inferior a 20.000 dólares.

Un futuro eléctrico, pero con obstáculos

La inversión de VW en Rivian muestra la confianza en la movilidad eléctrica pese a los desafíos regulatorios. Sin embargo, el fin de los incentivos y las dudas sobre la autonomía real de los vehículos plantean un panorama incierto para el sector.