Viajeros de negocios integran vida personal y laboral en sus desplazamientos
El 50% de los viajes profesionales combinan trabajo y ocio. La industria global de viajes de negocios alcanzó 1,5 billones de dólares en 2024. Ejecutivos adoptan rutinas personales para humanizar sus estancias.
«El equipaje de mano es ahora nuestro hogar portátil»
Profesionales como Jon Sáenz Madrazo (presidente global de Kiehl’s) dibujan antes de trabajar, mientras Aaron Kithcart (Regeneron) usa videollamadas para acortar distancias con su familia. Kelly Wearstler, diseñadora de Proper Hotels, afirma que pequeños rituales como tomar té o aplicar aceites «hacen sentir las habitaciones de hotel menos prestadas».
Industria se adapta a la demanda
Tim Harrington (Atlantic Hospitality) transforma espacios hoteleros según necesidades, como convertir una cabaña en estudio de grabación. Tradewind Aviation reduce tiempos de espera en aeropuertos: «Los pasajeros llegan 30 minutos antes del despegue», explica David Zipkin.
De la rutina a la reinvención
El panadero Chad Robertson y la fotógrafa Liz Barclay viajaron dos años por cuatro continentes, mezclando trabajo con exploración. «Basta con algo de estructura para que el trabajo sea real», señala Barclay. Mauricio Umansky (CEO de The Agency) salta la cuerda entre reuniones para mantener su equilibrio.
Cuando el avión era una pausa
Antes de la pandemia, los viajes de negocios solían segregar vida laboral y personal. Hoy, con un 25% de empleados estadounidenses en modalidad híbrida, las empresas y viajeros priorizan flexibilidad.
Maletas con ritmo propio
La tendencia refleja un cambio cultural donde la productividad convive con el bienestar. Desde sketches hasta saltar la cuerda, los rituales personales definen la nueva era del viaje profesional.