Trump impone aranceles que afectan a la minería de Bitcoin en EE.UU.

Los nuevos impuestos a importaciones chinas elevan costes para mineros estadounidenses. La medida contradice el objetivo del presidente de convertir al país en líder mundial del sector. Analistas advierten que podría acelerar la migración de empresas a otros mercados.

«Un golpe a la minería ‘made in USA'»

Donald Trump anunció en abril aranceles de hasta el 55% para equipos mineros importados de China, principal proveedor global. Aunque busca impulsar fabricantes locales como Auradine, «la medida tensiona aún más a un sector ya bajo presión», según Chris Bendiksen de CoinShares. Bitmain y MicroBT controlan el 97% del mercado de hardware, según datos de la Universidad de Cambridge.

Reacciones en cadena

Empresas como MARA Holdings ya diversifican pedidos hacia Auradine, pero el 50% de sus máquinas siguen siendo chinas. Fred Thiel, su CEO, admite que «la incertidumbre geopolítica obliga a buscar alternativas». Paralelamente, mineras como Riot Platforms y Core Scientific reducen operaciones en EE.UU. para enfocarse en IA.

Energía y algoritmos: la batalla oculta

El sector enfrenta competencia por electricidad con empresas de IA, que consumirán el 22% de la red para 2028 según el Departamento de Energía. «Los mineros siempre fueron compradores marginales de energía, pero ahora son superados», explica Bendiksen. Los aranceles agravan esta situación al encarecer la renovación de equipos.

De la promesa a los números rojos

En 2024, Trump prometió en la conferencia Bitcoin 2024 que EE.UU. dominaría la minería global. Sin embargo, sus aranceles han generado incertidumbre en un mercado con márgenes reducidos por bajas recompensas y altos costes energéticos. La Casa Blanca insiste en que «dos objetivos pueden lograrse simultáneamente»: relocalizar la fabricación y abaratar la energía para mineros.

¿Quedará algo del sueño americano?

El futuro del sector en EE.UU. depende ahora de si los fabricantes locales escalan producción antes de que las mineras trasladen operaciones a otros países. Mientras Bitmain anuncia inversiones en suelo estadounidense, analistas como Bendiksen creen que el país ya alcanzó su «cenit» en minería de Bitcoin.