Karen Hao compara a OpenAI con un imperio por su poder y expansión
OpenAI ha consolidado un poder superior al de muchos estados, según la periodista Karen Hao. Su libro ‘Imperio de la IA’ analiza cómo la compañía ha reconfigurado la industria con su misión de alcanzar la Inteligencia General Artificial (AGI).
El coste de la obsesión por la AGI
La promesa de construir una AGI que “beneficie a toda la humanidad” justifica una expansión con enormes demandas de recursos. Este objetivo ha llevado a la empresa a priorizar la velocidad sobre la eficiencia, la seguridad y la investigación exploratoria.
Impactos y daños colaterales
Mientras los beneficios no se materializan, los daños son tangibles: pérdida de empleos, concentración de riqueza y problemas de salud mental. Hao documenta trabajadores en países en desarrollo expuestos a contenido perturbador con salarios muy bajos.
La alternativa de la IA específica
Hao señala que no todo el desarrollo de IA requiere escala masiva. Sistemas como AlphaFold de Google DeepMind ofrecen avances científicos reales sin generar los mismos daños ambientales o sociales.
Antecedentes de la misión
OpenAI define la AGI como un sistema altamente autónomo que supera a los humanos en la mayoría de trabajos económicamente valiosos. Esta definición nebulosa ha impulsado la carrera actual.
Consecuencias globales
La narrativa de competir con China ha tenido un efecto iliberalizador en el mundo, según Hao. La estructura híbrida sin ánimo de lucro y con ánimo de lucro de OpenAI complica la medición de su impacto real en la humanidad.