Filtraciones corporativas revelan el funcionamiento de sistemas chinos de vigilancia
Documentos internos de dos empresas chinas exponen sus operaciones de censura y propaganda. Las filtraciones muestran que estas compañías colaboran con instituciones académicas y compiten por contratos gubernamentales, operando de forma similar a sus homólogas occidentales.
El negocio detrás del control
Una filtración de Geedge Networks muestra que vende herramientas de censura comercializadas a al menos cuatro países: Kazajistán, Pakistán, Etiopía y Myanmar. Los investigadores que examinaron los archivos describen su modelo como «autoritarismo digital como servicio». Paralelamente, documentos de GoLaxy detallan cómo utiliza IA para analizar redes sociales y generar materiales de propaganda, dirigiendo sus servicios al Partido Comunista de China, el gobierno chino y el ejército.
Estructura empresarial y clientes
Ambas empresas mantienen relaciones cercanas con la Academia China de Ciencias (CAS), la principal institución de investigación afiliada al gobierno. GoLaxy asignaba objetivos de ventas a sus empleados y buscaba contratos con agencias gubernamentales chinas, según los documentos filtrados. Un informe interno de GoLaxy se jactaba de su importancia comparándose con Cambridge Analytica, afirmando que esta «desempeñó un papel importante detrás de escena en eventos como la Revolución Naranja de Ucrania».
Un ecosistema impulsado por el mercado
La industria de vigilancia y propaganda en China está impulsada tanto por fuerzas económicas como por la ideología política. Como señala Shazeda Ahmed, estudiosa postdoctoral de UCLA, las ventas a menudo parecen estar más motivadas por la lógica del mercado que por un gran plan para hacer el mundo más autoritario. Las empresas necesitan comercializar sus productos y competir por presupuestos gubernamentales, tal como lo haría cualquier empresa privada.
La cortina de opacidad
Estas empresas operan con mucha menos transparencia que sus homólogas occidentales. Su trabajo sale a la luz solo cuando un conjunto de documentos se filtra a internet. La filtración de GoLaxy, que podría provenir de un exempleado descontento, acusaba a la empresa de maltratar a los trabajadores con bajos salarios y largas jornadas. La empresa negó recopilar datos dirigidos a funcionarios estadounidenses y calificó los informes como desinformación.
Un panorama complejo y global
Las filtraciones sugieren que los esfuerzos de censura y propaganda deben ser comercializados, financiados y mantenidos. Están moldeados por la lógica de los objetivos financieros trimestrales corporativos y las licitaciones competitivas tanto como por la ideología, excepto que los clientes son gobiernos y los productos pueden controlar o moldear sociedades enteras. Esto revela una realidad más complicada que la de un plan maestro único y descendente.