ICE reactiva contrato millonario con fabricante israelí de spyware
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE) reactivó un contrato de 2 millones de dólares con la empresa israelí Paragon, tras casi un año de revisión por posibles violaciones de derechos humanos. La orden de alto trabajo fue levantada el 30 de agosto.
De la suspensión a la reactivación
ICE firmó el contrato el año pasado, pero la administración Biden lo sometió a revisión emitiendo una «orden de alto trabajo» para determinar si cumplía con una orden ejecutiva que restringe el uso de spyware que pueda violar derechos humanos o espiar a estadounidenses en el extranjero. Casi un año después, ICE levantó la orden, según consta en el Sistema Federal de Datos de Adquisiciones del gobierno de EE.UU.
El dilema ético de Paragon
Paragon se presenta como un fabricante «ético y responsable» de software espía. Sin embargo, ahora enfrenta la decisión de continuar su relación con ICE, una agencia que ha intensificado las deportaciones masivas y expandido sus poderes de vigilancia. Su portavoz, Emily Horne, y su presidente ejecutivo, John Fleming, no respondieron a una solicitud de comentarios.
Un historial controvertido
La compañía ya ha enfrentado escándalos. En enero, WhatsApp reveló que alrededor de 90 usuarios, incluidos periodistas y trabajadores de derechos humanos, fueron objetivo de Graphite, el spyware de Paragon. Entre las víctimas había un periodista italiano y activistas pro-inmigración. Como respuesta, Paragon cortó lazos con el gobierno italiano.
Un contexto de creciente escrutinio
El uso comercial de spyware por parte de gobiernos está bajo un escrutinio intenso debido a su potencial para ser utilizado en la supresión de disidentes y periodistas. La orden ejecutiva de Biden busca precisamente prevenir que agencias federales utilicen herramientas que amenacen los derechos humanos.
Una herramienta diseñada para otro fin
John Scott-Railton, investigador de Citizen Lab, afirmó que «estas herramientas fueron diseñadas para dictaduras, no para democracias» construidas sobre la libertad y la protección de los derechos individuales. Subrayó que el spyware es «corruptor» y que existe un número creciente de escándalos en democracias, incluso con el Graphite de Paragon.