Liberland busca reconocimiento internacional con apoyo de criptomillonario
La micronación, fundada en una tierra de nadie entre Serbia y Croacia, aspira a ser reconocida como Estado soberano. Su primer ministro, el magnate de las criptomonedas Justin Sun, está utilizando sus conexiones con la administración Trump para avanzar en su legitimación diplomática.
Un proyecto libertario en tierra de nadie
La República Libre de Liberland fue fundada en 2015 por el político checo Vít Jedlička en un terreno no reclamado entre Serbia y Croacia, resultado de un desacuerdo fronterizo heredado de la disolución de Yugoslavia. El gobierno croata ha bloqueado sistemáticamente los intentos de asentamiento, tratando el proyecto como «una ficción de un puñado de aventureros» y arrestando en múltiples ocasiones a Jedlička.
Una estrategia diplomática de alto nivel
La elección del billonario chino de las criptomonedas Justin Sun como primer ministro en octubre marca un punto de inflexión. Sun declaró que Liberland será la patria ideológica del movimiento libertario. Su estrecha relación con la familia Trump, incluyendo una asociación comercial y una inversión millonaria en su negocio de criptomonedas, World Liberty Financial, es una pieza clave en la estrategia. Sun afirmó que esta conexión es una «oportunidad muy preciosa» para lograr un «gran avance» diplomático, confiando en que el liderazgo de Estados Unidos podría influir en otros países para reconocer a Liberland.
Asentamientos y desarrollo en el terreno
A pesar de las adversidades, incluidos más de 25 desalojos por parte de las autoridades croatas y una inundación total en 2023, los colonos han logrado mantener una presencia intermitente. Recientemente, han construido algunas estructuras improvisadas, como un bar en la playa y una casa en el árbol. La vida en el territorio se describe como acampada, con condiciones difíciles pero con una mejora en los últimos cuatro meses.
De una disputa balcánica a una ambición global
El proyecto nace de un conflicto histórico regional. La disolución de Yugoslavia en la década de 1990 dejó bolsas de tierra al oeste del Danubio que ni Serbia ni Croacia reclaman oficialmente. Jedlička identificó la más grande de estas parcelas como una terra nullius (tierra de nadie), ideal para fundar un nuevo Estado basado en principios libertarios y atraer a donantes adinerados del ecosistema de las criptomonedas.
Mirando al futuro, desde la Tierra hasta el espacio
Las ambiciones de Liberland trascienden lo terrenal. Tras el viaje suborbital de Sun, el gobierno planea depositar su bandera en un asteroide en 2026 en colaboración con la empresa LifeShip. Mientras tanto, en la Tierra, continúan sus esfuerzos de cabildeo en Washington D.C., fortaleciendo contactos con la actual administración estadounidense y celebrando acuerdos de asociación en eventos de alto perfil, con la esperanza de que su reconocimiento internacional se haga finalmente realidad.