Epstein financió un simposio de IA en 2002 con científicos destacados
El evento en las Islas Vírgenes reunió a pioneros como Marvin Minsky. El encuentro buscaba superar el «invierno de la IA» con enfoques de sentido común. La sombra del financiero, condenado por abusos sexuales, eclipsó los debates técnicos.
«Un último intento de la IA clásica»
Organizado en un hotel de lujo y con una cena en la isla privada de Epstein, el simposio analizó por qué la IA no alcanzaba inteligencia humana. Participaron figuras como el filósofo Aaron Sloman y el escritor Vernor Vinge. «Fue una mezcla de egos y discusiones técnicas», según una fuente anónima.
La conexión de Epstein con la ciencia
El financiero se relacionó con científicos a través del agente literario John Brockman. «Le interesaba su personalidad tanto como su trabajo», afirma la fuente. Epstein donó 100.000 dólares a Minsky, aunque su participación en el evento fue limitada. Un asistente recordó verlo «en un sofá con dos jóvenes» durante las sesiones.
Legado técnico y sombra ética
Los debates anticiparon sistemas conversacionales como ChatGPT, pero el enfoque teórico fue superado por el aprendizaje automático. Pushpinder Singh, organizador clave, murió por suicidio en 2006. «El simposio será recordado más por su patrocinador que por sus ideas», concluye el artículo.
Cuando la IA estaba en pañales
En 2002, la inteligencia artificial enfrentaba escepticismo por décadas de resultados limitados. El «invierno de la IA» llevó a buscar alternativas, como el proyecto CYC de codificación manual de conocimiento. Epstein aprovechó este contexto para acercarse a la comunidad científica.
Un capítulo incómodo en la historia de la tecnología
El simposio refleja cómo un depredador sexual infiltró círculos académicos. Aunque algunos asistentes ignoraron señales alarmantes, la asociación con Epstein manchó sus carreras. Mientras, en Toronto, se gestaba la revolución del aprendizaje profundo que dominaría la IA moderna.