Zuckerberg anuncia que META no liberará todos sus modelos de IA avanzada
El CEO de META señala que priorizará la seguridad sobre el código abierto en sus futuros sistemas de «superinteligencia». La decisión marca un giro en la estrategia de la compañía, históricamente comprometida con modelos abiertos como LLAMA. El anuncio se hizo este miércoles 30 de julio mediante una carta pública.
«Superinteligencia personal, pero no para todos»
Mark Zuckerberg defendió que los beneficios de la IA avanzada «deben compartirse ampliamente», pero advirtió sobre «nuevos riesgos de seguridad» que obligan a ser selectivos. META podría reservar sus modelos más potentes para productos propios como gafas de realidad aumentada, según la misiva. Un portavoz aclaró que la empresa mantendrá «una combinación de modelos abiertos y cerrados».
El fin de una era abierta
Hasta ahora, META diferenciaba su estrategia con LLAMA, familia de modelos accesibles que competían con los cerrados de OPENAI o GOOGLE DEEPMIND. Zuckerberg había prometido en 2024 que LLAMA lideraría la industria, pero ya admitió en un podcast que podrían cambiar de rumbo si la tecnología avanzaba demasiado.
Billones invertidos en la carrera
La compañía destinó 14.300 millones de dólares en junio de 2025 para adquirir SCALE AI y crear META SUPERINTELLIGENCE LABS. Reportes indican que paralizó pruebas de su modelo BEHEMOTH (LLAMA) para enfocarse en un sistema cerrado. La inversión incluye contrataciones masivas y centros de datos.
De las promesas a los productos
META apostó inicialmente por el código abierto porque su negocio publicitario no dependía de monetizar directamente la IA. Sin embargo, la presión por competir con GPT-4 de OPENAI y el nuevo enfoque en «superinteligencia personal» —integrada en dispositivos como sus gafas— redefinen su estrategia.
La IA ya no es (solo) un bien común
El giro de META refleja la tensión entre innovación abierta y control corporativo en la industria tecnológica. Mientras Zuckerberg promete democratizar la «superinteligencia», sus acciones sugieren que los avances clave quedarán bajo llave. El equilibrio entre seguridad y transparencia marcará el futuro de estos sistemas.