Billy McFarland vende los derechos de Fyre Festival por 245.300 dólares
El fraudulento organizador del fracasado evento subastó la marca en eBay. El comprador es anónimo y se desconoce su plan para la polémica propiedad intelectual. McFarland sigue debiendo 26 millones en restitución por sus delitos financieros.
De festival de lujo a estafa millonaria
Fyre Festival prometió en 2017 una experiencia VIP en Bahamas con villas y gastronomía exclusiva, pero los asistentes encontraron tiendas de campaña y sándwiches de queso. El fiasco, dirigido a influencers adinerados, derivó en la condena de McFarland por fraude, cumpliendo 3.5 años de prisión hasta 2022.
Un segundo intento fallido
McFarland anunció en 2025 un relanzamiento en Playa del Carmen (México), con entradas de hasta 1,1 millones de dólares. Las autoridades mexicanas negaron tener registros del evento, sin permisos ni planificación verificable. El organizador canceló el proyecto y optó por vender los derechos.
«Un camino claro para reinventar FYRE»
En la subasta, McFarland afirmó que la marca «dominó titulares y documentales», omitiendo su notoriedad por el fracaso. Sugirió que el comprador podría convertirla en un referente global en entretenimiento y moda. Parte de los ingresos irán a resarcir a las víctimas, aunque la deuda supera los 26 millones.
De la prisión a eBay
El caso Fyre Festival se convirtió en símbolo de fraudes millonarios en la industria musical. McFarland, tras su liberación, intentó capitalizar la infamia del evento con proyectos fallidos, mientras acumulaba deudas legales.
¿Quién querría comprar un festival maldito?
La venta cierra un capítulo más en la saga de McFarland, pero la utilidad real de la marca sigue en duda. El comprador hereda una propiedad intelectual asociada al escándalo, en un mercado donde la credibilidad es clave.