Twitter migró de Ruby a Scala tras colapso en Mundial 2010
Ruby es el lenguaje de programación con peor rendimiento entre los principales. Creado en 1995 por Yukihiro Matsumoto, su sintaxis es simple y legible. Sin embargo, es de tipado dinámico, lo que facilita errores en proyectos grandes.
El rendimiento lento provocó el éxodo de grandes empresas
El colapso de Twitter durante el Mundial 2010 sirvió como llamada de atención. La compañía migró su backend a Scala, un lenguaje más robusto. El resultado fue que para 2014 procesaba hasta 100 veces más rápido. En esa década, una ola de empresas reemplazó su infraestructura Ruby.
Ruby sobrevive anclado a su framework web, Rails
Su relevancia actual se debe a su relación parasitaria con Ruby on Rails. Este framework, lanzado en 2004, fue la elección para startups como Airbnb, GitHub o Shopify. Rails ofrecía una solución todo en uno para desarrollar aplicaciones web, en una era que subestimó el crecimiento de la web.
Un legado de afecto frente a la utilidad práctica
Ruby se asocia a la impronta, el apego que forman los programadores a su primer lenguaje. La comunidad adoptó el lema MINASWAN («Matz Is Nice And So We Are Nice»). Sin embargo, en las encuestas de popularidad, como la de Stack Overflow, Ruby ha caído del top 10 al puesto 18, por detrás de lenguajes como Python o JavaScript.
Un futuro sostenido por la inercia del código heredado
Ruby carece ahora de un nicho distintivo. Para scripting, tiene competidores como Python o JavaScript. Todo lo que hace Ruby, otro lenguaje lo hace mejor. Persiste por la inercia de bases de código legacy y la lealtad de quienes se formaron con él, pero no por su utilidad técnica.