La industria de la IA se consolida como un único ente interconectado
La industria de la IA funciona como una única máquina interconectada. Grandes tecnológicas como Nvidia, OpenAI, Google y Microsoft tejen acuerdos que fusionan sus destinos. Esta red, bautizada como «the Blob», está financiada parcialmente por potencias extranjeras y cuenta con apoyo gubernamental estadounidense.
La anatomía del Blob
Una compleja red de acuerdos vincula a todos los grandes actores de la IA. GPT-5 describió esta estructura como «una gigantesca máquina circular de dinero y capacidad de computación». El reciente acuerdo trilateral entre Nvidia, Microsoft y Anthropic ejemplifica estas interconexiones: Microsoft invierte 5.000 millones en Anthropic, que comprará 30.000 millones en computación a Microsoft, mientras Nvidia también invierte en Anthropic.
Estrategias corporativas entrelazadas
Los CEOs operan como clientes mutuos. Satya Nadella de Microsoft afirma: «Cada vez vamos a ser más clientes los unos de los otros». Jensen Huang de Nvidia celebra poder «llevar Claude a cada empresa e industria mundial». Anthropic logra acuerdos con tres gigantes de la nube: Amazon, Google y ahora Microsoft.
El respaldo institucional
La administración estadounidense apoya estas alianzas en lugar de regularlas. El gobierno prioriza la competitividad frente a la seguridad. Arabia Saudí, tras financiar numerosos esfuerzos de IA en EE.UU., acepta salvaguardas para comprar chips y crear su propia versión del Blob, con vistas a competir eventualmente con empresas estadounidenses.
Implicaciones sistémicas
La interdependencia crea riesgo de contagio financiero. Sundar Pichai, CEO de Google, advierte: «ninguna empresa va a ser inmune» si estalla la burbuja de IA. Esta estructura convierte a las compañías de IA en empresas de infraestructura y construcción debido a los enormes costes de capital requeridos para construir centros de datos.