Regulador británico impone estatus de mercado estratégico a Google Search
La Autoridad de Competencia y Mercados (CMA) del Reino Unido ha designado a Google Search con Estatus de Mercado Estratégico (SMS). Esta decisión, la primera bajo la nueva Ley de Mercados Digitales, Competencia y Consumidores, permite a la CMA exigir cambios en el funcionamiento del motor de búsqueda. La medida responde a la posición dominante de Google, que concentra más del 90% de las búsquedas generales en el Reino Unido.
Intervenciones regulatorias propuestas
La CMA plantea medidas como incluir pantallas de elección para que los usuarios seleccionen servicios de búsqueda rivales. También propone principios de clasificación justa para que las empresas puedan cuestionar su posicionamiento en los resultados y mayor portabilidad de datos para facilitar la migración entre motores de búsqueda. La autoridad busca garantizar competencia efectiva y trato justo para consumidores y empresas.
Impacto en editores y respuesta de Google
Las nuevas normas podrían obligar a Google a solicitar permiso para usar contenidos de editores en sus AI Overviews. Un informe de Enders Analysis señala que la visibilidad de los principales editores del Reino Unido se redujo hasta un 80% desde 2019, correlacionado con el aumento de los resultados de inteligencia artificial. Google argumenta que estas intervenciones «inhibirán la innovación y el crecimiento» en el país.
Antecedentes de la designación
La CMA investigó a Google durante diez meses antes de otorgarle el SMS, que tiene una vigencia de hasta cinco años. El estatus se aplica a empresas con «poder de mercado sustancial y arraigado». La autoridad también investiga a Apple por su posible designación con SMS para su plataforma móvil.
Implicaciones del nuevo marco regulatorio
El régimen del Reino Unido otorga a la CMA flexibilidad para imponer intervenciones proporcionales y reaccionar a los cambios del mercado. Los analistas prevén que el proceso de implementación tomará meses. Esta normativa podría ir más allá de la regulación europea, especialmente en las restricciones relativas a los servicios de inteligencia artificial de Google y su integración en la búsqueda.