Tesla pide a la EPA que no suavice las normas de emisiones vigentes
Tesla ha solicitado a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) que mantenga los estándares actuales de emisiones de vehículos. Esta petición se produce la misma semana en que el presidente Donald Trump, a quien el consejero delegado de Tesla, Elon Musk, ayudó a elegir, calificó el cambio climático de «estafa» ante la Asamblea General de la ONU.
Una postura divergente en la industria
La compañía rompe así con otros grandes fabricantes de automóviles, que desean que se flexibilicen las normas. Tesla también pidió que no se elimine el hallazgo de peligro de 2009, una base legal clave para muchas regulaciones ambientales modernas, argumentando que está «basado en un sólido registro factual y científico».
Intereses y beneficio económico
La misión nominal de Tesla es «acelerar la transición del mundo hacia la energía sostenible». Sin embargo, la empresa se beneficia financieramente de regulaciones más estrictas. Cuando otros fabricantes no cumplen con los objetivos de emisiones de su flota, pagan a empresas como Tesla cientos de millones de dólares por «créditos» para compensar la diferencia.
Antecedentes de la consulta de la EPA
La EPA ha estado buscando comentarios desde agosto para estos proposed attacks on environmental rules. El administrador de la agencia, Lee Zeldin, declaró entonces que, de aprobarse, los retrocesos clavarían «una daga en el corazón de la religión del cambio climático».
Cierre: Una petición con matices
Aunque Tesla pide que se mantengan los estándares, manifestó a la EPA que está «abierta a discutir mecanismos para agilizarlos» con el fin de asegurar su continuidad. Esta postura subraya las complejas implicaciones regulatorias y económicas para el fabricante de vehículos eléctricos.